Su austera iglesia parroquial, de una sola nave y sin capillas laterales está dedicada a Santo Tomás. La ermita de Santa Ana tiene similares características que el templo y sus muros están decorados con pinturas al temple.
En Pozuelo de la Orden (perteneció a la orden de Santiago) destaca la Ermita de Santa Ana, del siglo XVII, ubicada a medio kilómetro del pueblo, y donde se guardan auténticas joyas.
Según se entra, lo primero que encontramos es el coro con artesonado de madera decorado con flores situados sobre casetones hexagonales. Posteriormente, hacia el frente descubriremos un viejo retablo del siglo XVII que merece la pena detenerse a contemplarlo. Lo mejor está por llegar, basta con levantar la cabeza y descubrir en el techo tiene: un magnífico artesonado de madera de Ignacio Cortés, decorado con tarjes ovalados y en el que son representados con policromía, secuencias del Antiguo Testamento. El edificio está declarado Bien de Interés Cultural y puede visitarse contactando con el Ayuntamiento.
La iglesia actual es de ladrillo mereciendo ser visitada ya que alberga la imagen románica de Santa Ana, que se encontraba en la ermita. En las afueras del pueblo se encuentran tres pequeñas lagunas pobladas con algunos patos, desde donde se observa una preciosa panorámica.
Las fiestas se celebran en honor a Santa Ana, del 25 al 27 de julio. Además, quince días después del Jueves Santo, siguen celebrando el Voto de Villa, junto con el pueblo de Villafrechós, por el que se pidió a San Isidoro, cuyos restos descansaron aquí una noche en el año 1063, que lloviera ya que el campo estaba muy seco y se podían perder las cosechas.